Por Meryland Cuevas
Es una cruda realidad la que viven miles de jóvenes que son atormentados todos los días por su orientación sexual y otras razones como el color, peso, nacionalidad, impedimentos físicos o mentales, etc. hasta que en muchas ocasiones estas situaciones los llevan a quitarse la vida.
Quizás para los que están del lado opresor les parece correcto y gracioso, lastimar, humillar y ofender a una persona, pero cuando ven el daño que han causado y cuando lamentablemente ya no tiene remedio, entonces su realidad es otra.
Creemos conciencia sobre esta situación tan seria, el Bullying se ha convertido en un grave problema dentro de la población joven son miles los niños y niñas que son atacados por diferentes razones en sus círculos cercanos tales como la escuela, el internet y sus amistades.
Eduquemos a nuestros jóvenes, padres, amigos, maestros, debemos hablarle a nuestros hijos de las consecuencias nefastas del acosamiento, primero para que ellos no sean los acosadores y también para darles la confianza de hablar cuando son acosados y ofrecerles ayuda y apoyo. Muchas veces estos jóvenes sufren en silencio, sienten que están solos y nadie los puede ayudar, por esto deciden poner fin a sus vidas como única alternativa. Tenemos que estar alertas!
Comparto con ustedes esta carta que enviara un hombre a la página "Have a Gay Day" https://www.facebook.com/MyGayDay , la misma esta originalmente en Inglés y fue traducida al Español por mi.
Eduquemos a nuestros jóvenes, padres, amigos, maestros, debemos hablarle a nuestros hijos de las consecuencias nefastas del acosamiento, primero para que ellos no sean los acosadores y también para darles la confianza de hablar cuando son acosados y ofrecerles ayuda y apoyo. Muchas veces estos jóvenes sufren en silencio, sienten que están solos y nadie los puede ayudar, por esto deciden poner fin a sus vidas como única alternativa. Tenemos que estar alertas!
Comparto con ustedes esta carta que enviara un hombre a la página "Have a Gay Day" https://www.facebook.com/MyGayDay , la misma esta originalmente en Inglés y fue traducida al Español por mi.
Soy un activista de derechos de los homosexuales con un terrible secreto
Yo soy un aliado heterosexual y activista por los derechos gay. Soy vociferante sobre la lucha por la igualdad y esto ha causado que la mayor parte de mi familia se haya alejado de mí. No me importa. He dedicado mi vida a esta causa y paso muchas horas en el trabajo y en casa haciendo lo que puede para apoyar a aquellos que lo necesitan.
Es mi penitencia.
No siempre fue así. Me crie un evangélico y me enseñaron que la homosexualidad era una opción y un pecado. A pesar de que predicaban el amor al pecador y odiar el pecado, esas ideas son difíciles de separar. Yo odiaba ambos.
Había un chico gay en mi escuela secundaria. Su nombre era Scott, pero yo sólo lo llamaba “Maricón” a menos que un maestro estuviera cerca, y le decía que se quemaría en el infierno por ser un “mama b…o”. Yo era horrible con él y todos los demás se reían y me aplaudían.
Yo había sido intimidado en la escuela media y en el primer año de la escuela secundaria, por lo que el sentimiento de los que me animaban era emocionante. Me encantó, y por eso lo odiaba.
Poco después de que se graduó se suicidó poniéndose una pistola en la boca. Claro, habían otras mierdas en su vida, y seguro de que en realidad nunca hice nada más que decir palabras de odio y seguro que ni siquiera era el único que lo hacia, o el más fuerte, o el más común. Aun así, lo hice. Le hice suicidarse.
Tengo sangre en mis manos.
He pasado los últimos diez años, tratando de hacer las pases con esto. He tratado de culpar a los demás, pero hay una cosa con tener sangre en tus manos: no se sale, no importa cuantas excusas intentas utilizar como jabón. Nada va a cambiar el hecho de que él se mató y si yo le hubiera mostrado bondad en lugar de odio, yo podría haberlo salvado en vez de matarlo.
Soy un monstruo
Comunidad LGBT, estoy tan arrepentido por negarles la oportunidad de conocer a este chico maravilloso. Yo nunca le he dicho a nadie sobre esto por temor a que no confiaran en mí, o no me dejaran ser voluntario más, o no me dejaran seguir luchando.
No puedo permitir que eso suceda. Veo su cara todos los días y tengo que luchar por él. Tengo que hacer esto bien. No puedo vivir conmigo mismo de otra manera. Por favor, perdónenme.
Gracias, a todos ustedes. Fue difícil escribir esto, pero me estoy empezando a sentir con un poco de paz ahora. Algunos de ustedes han sugerido compartir mi historia como una forma de avanzar en la lucha por la igualdad, y aunque parece que eso dolería mucho, creo que se lo debo a él.
**Te invito a compartir esta nota y pasar la voz sobre los peligros del acosamiento (bullying)**
Yo soy un aliado heterosexual y activista por los derechos gay. Soy vociferante sobre la lucha por la igualdad y esto ha causado que la mayor parte de mi familia se haya alejado de mí. No me importa. He dedicado mi vida a esta causa y paso muchas horas en el trabajo y en casa haciendo lo que puede para apoyar a aquellos que lo necesitan.
Es mi penitencia.
No siempre fue así. Me crie un evangélico y me enseñaron que la homosexualidad era una opción y un pecado. A pesar de que predicaban el amor al pecador y odiar el pecado, esas ideas son difíciles de separar. Yo odiaba ambos.
Había un chico gay en mi escuela secundaria. Su nombre era Scott, pero yo sólo lo llamaba “Maricón” a menos que un maestro estuviera cerca, y le decía que se quemaría en el infierno por ser un “mama b…o”. Yo era horrible con él y todos los demás se reían y me aplaudían.
Yo había sido intimidado en la escuela media y en el primer año de la escuela secundaria, por lo que el sentimiento de los que me animaban era emocionante. Me encantó, y por eso lo odiaba.
Poco después de que se graduó se suicidó poniéndose una pistola en la boca. Claro, habían otras mierdas en su vida, y seguro de que en realidad nunca hice nada más que decir palabras de odio y seguro que ni siquiera era el único que lo hacia, o el más fuerte, o el más común. Aun así, lo hice. Le hice suicidarse.
Tengo sangre en mis manos.
He pasado los últimos diez años, tratando de hacer las pases con esto. He tratado de culpar a los demás, pero hay una cosa con tener sangre en tus manos: no se sale, no importa cuantas excusas intentas utilizar como jabón. Nada va a cambiar el hecho de que él se mató y si yo le hubiera mostrado bondad en lugar de odio, yo podría haberlo salvado en vez de matarlo.
Soy un monstruo
Comunidad LGBT, estoy tan arrepentido por negarles la oportunidad de conocer a este chico maravilloso. Yo nunca le he dicho a nadie sobre esto por temor a que no confiaran en mí, o no me dejaran ser voluntario más, o no me dejaran seguir luchando.
No puedo permitir que eso suceda. Veo su cara todos los días y tengo que luchar por él. Tengo que hacer esto bien. No puedo vivir conmigo mismo de otra manera. Por favor, perdónenme.
Gracias, a todos ustedes. Fue difícil escribir esto, pero me estoy empezando a sentir con un poco de paz ahora. Algunos de ustedes han sugerido compartir mi historia como una forma de avanzar en la lucha por la igualdad, y aunque parece que eso dolería mucho, creo que se lo debo a él.
**Te invito a compartir esta nota y pasar la voz sobre los peligros del acosamiento (bullying)**
photo credits: solarcrash.com
ACERCA DE LA AUTORA:
Meryland Cuevas es bloguera, madre, poeta, narradora, aficionada de las redes sociales y comprometida con el activismo por la justicia social y la igualdad de los seres humanos. Amante del arte en todas sus expresiones, le encanta viajar, la fotografía y la gastronomía. Posee un bachillerato en Ciencias de Administración de Empresas así como estudios Graduados en Administración y Salud Pública. Sígueme en FACEBOOK y en TWITTER |
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